Rosario Central jugará la final de la Copa LPF frente a Platense tras superar por penales a River

Rosario Central se convirtió este sábado en el segundo finalista de la Copa de la Liga Profesional al vencer por 2 a 0 a River Plate en la definición por penales, tras igualar sin goles en tiempo reglamentario, y enfrentará a Platense por el título de campeón.

El encuentro se jugó en el estadio Mario Alberto Kempes de la capital cordobesa, con el arbitraje de Yael Falcón Pérez, acompañado por Nicolás Lamolina en el VAR, y ambos quedaron en la mira ya que en la primera parte el arquero Franco Armani debió ser expulsado, pero la jugada ni siquiera fue revisada.

La gran final entre Rosario Central y Platense se jugará el próximo fin de semana en día y sede a definir. Según trascendió, podría ser el sábado en el Madre de Ciudades, de Santiago del Estero.

Durante el primer tiempo, River jugó mejor que Rosario Central, pero no encontró los caminos y la primera ocasión clara de gol llegó recién a los 42 minutos, con un tiro libre de Esequiel Barco de larga distancia que terminó pegando en el travesaño.

Sobre el final, a los 47 minutos, Ignacio Malcorra fue a pelear una pelota dividida con Franco Armani, quien llegó primero, la despejó y luego empujó al jugador de Rosario Central y, en el piso, le tiró una patada, pero el árbitro, el juez de línea que estaba a un metro y el VAR hicieron la vista gorda y decidieron perdonar al arquero de River, que podría haber sido expulsado tranquilamente.

Apenas comenzado el segundo tiempo, al minuto y medio de juego, Facundo Colidio estuvo cerca de abrir el marcador cuando entró al área por el sector derecho y sacó un remate cruzado que se fue apenas desviado.

Rosario Central tuvo su chance a los 20 minutos, cuando Jaminton Campaz ingresó al área por el sector izquierdo y sacó un potente zurdazo que Armani sacó en el primer palo para desviarla al córner.

Llegando al final del partido, a los 44 minutos, el uruguayo Sebastián Boselli, quien hizo su debut en River, probó desde afuera del área, con un potente derechazo que se fue apenas desviado.