Racing volvió al triunfo ante Banfield, luego de nueve fechas
Racing Club venció 2-0 a Banfield en el Cilindro de Avellaneda, por la decimonovena fecha de la Liga Profesional, y volvió a la victoria tras ocho partidos en el certamen doméstico. Gabriel Hauche, en el primer tiempo, y Gabriel Rojas, en el cierre del segundo, anotaron los goles.
Transpiró la Academia, pero respira. Fue un sufrido triunfo ante un Taladro que se le animó. Y aunque pudo evitar ese sufrimiento, liquidar el partido y cerrar la persiana para no tener que padecer la noche hasta el final, no supo aprovechar las ocasiones. Luego de la apertura del marcador de Gabriel Hauche tras una gran acción académica por izquierda, Matías Rojas erró un penal y el Demonio, autor del gol, se perdió el 2-0 con el arco solo en el complemento.
Hasta que llegó el gol de Gabriel Rojas en el cierre y entonces el local se despojó de toda preocupación. El ex San Lorenzo la agarró de volea en la puerta del área tras un despeje y estampó el segundo tanto para los de Avellaneda, que volvieron a festejar luego de hacerlo por última vez en la fecha nueve.
De movida Racing dejó muchos espacios en el fondo. No distribuyó bien las marcas y los hermanos Sosa Sánchez y Milton Giménez se movieron con facilidad para hacer daño. La cancha estaba rápida y en ese terreno el Taladro intentó ser directo de tres cuartos hacia adelante, aprovechando los huecos del fondo albiceleste.
Antes del dos a cero, la visita pudo empatar. Juan Bisanz tuvo una: dejó en el camino a Arias, pero se quedó sin ángulo, definió débil y Gabriel Rojas la despejó en la línea. Luego, Giménez tocó atrás para Sebastián S. Sánchez y este le pifió de frente al arco.
Previo al descanso, Hauche fue víctima de un penal que Rojas se encargó de patear. El paraguayo, que habría arreglado con Corinthians para irse a fin de mes, la tiró al alambrado. Y en el complemento el Demonio falló con el arco solo y parecía que se venía la noche. Sin embargo, Rojas fue el salvador y Racing volvió al triunfo.
Al equipo de Gago no le sobró nada. La padeció hasta el final y pagó caro el precio de no liquidar el partido. Más allá de eso, ganó. Que era lo que necesitaba. Ahora, irá más tranquilo al choque ante Flamengo, en Brasil.
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