Por Vidal Mario : Cirilo Perdía, otro violento de los años 70 que se fue
Hace dos días, en Buenos Aires, a los 82 años, murió otro derramador de sangre de los años 70: el Oficial Superior (2º) de Montoneros, Roberto Cirilo Perdía, (a) “Pelado Carlos”.
En su momento, ocupó el lugar número dos en la conducción nacional de esa organización guerrillera. En tal sentido, era el reemplazante natural del jefe máximo, Firmenich, en caso que éste cayera.
En 1979, fue uno de los programadores de la trágica “contraofensiva” de Montoneros, que para lo único que sirvió fue para mandar a la tumba a por lo menos cien perejiles, uno de ellos del Chaco.
Según lo dijo en su momento otro líder de Montoneros, Norberto Armando Habegger (“Cabezón”, “Ernesto Gómez”), Perdía se sintió “muy responsable de la sangre derramada en este proceso”.
También (él mismo se enorgulleció de ello en declaraciones que hizo el 1 de julio de 1978), ese año creó junto con otros compañeros de la “orga” la figura de la capellanía en el Ejército Montonero.
“Tener un capellán era, de alguna manera, darle entidad de ejército popular a la guerrilla”, dijo.
No se sabe de qué cantidad de combatientes disponía realmente dicho “ejército”, en 1978.
Sí se sabe que cuatro años antes, en 1974, un informe elevado a Perón por la Central Nacional de Inteligencia (CNI), indicaba que los efectivos de Montoneros eran de 2.000 a 2.500 combatientes (1.096 de ellos claramente identificados), además de 12.000 a 15.000 “periféricos”.
Un cura muy empeñoso
La designación del cura del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, Jorge Oscar Adur, que hasta fue notificada al Vaticano, se realizó cuando Montoneros gestionaba para que las Naciones Unida (ONU) la reconozcan como fuerza beligerante.
Este sacerdote estaba tan comprometido e involucrado con esa organización armada que, cuando Perdía preparó la “contraofensiva” de 1979, él viajó a los campos de entrenamiento de la organización terrorista palestina Al Fatah, en el Líbano.
Lo hizo para dar apoyo espiritual a dichos terroristas, quienes lo recibieron con honores militares.
Fueron antecedentes como estos los que terminaron haciendo de Adur (quien desapareció el 26 de julio de 1980 en Paso de los Libres, Corrientes) “capellán” de Montoneros.
Indultado por Menem
Perdía no cometió el mismo error de ese cura y de otros militantes, que regresaron al país y fueron muertos o desaparecidos.
Se quedó en Madrid (España), hasta el advenimiento de la democracia en la Argentina.
En 1989, fue indultado por el presidente Carlos Saúl Menem, quien el 12 de octubre de ese año dijo: “El terrorismo se combatió con éxito en varios países de América Latina, por ejemplo, en la Argentina”.
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